El río natural cuenta con 3 fases durante su caudal:
- Fase Juvenil: Es cuando el río nace y trae todo el ímpetu de la montaña. Arrastra rocas, palos, arboles; nada lo detiene.
- Fase Madurez: Es cuando el río empieza a fluir sobre el terreno. Se abre camino bordeando los obstáculos. Esta fase es determinante ya que corre el riesgo de estancarse y volverse laguna, lago o inclusive pantano. Pero también tiene el potencial para multiplicarse en nuevas cuencas de ríos.
- Fase Senil: Es cuando el río está preparado para unirse a su fuente original que es el océano y los mantos freáticos.
El río de la naturaleza es figura del Río de Fe que debemos recorrer durante nuestras vidas con el fin de que Cristo se perfeccione en nosotros (Filipenses 1:6).
El Río de Fe se puede interpretar en 3 fases:
El Río de Fe se puede interpretar en 3 fases:
NacerEs cuando la persona nace de nuevo en Jesús. Trae todas las fuerzas para servir a Dios ya que está en su primer amor. Nada lo detiene. Jesús empieza la buena obra en su vida. (Ejemplo: Juan 3:1-15 “Nicodemo”)
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FluirEs el tiempo de preparación para la vida del creyente. Es el período en el que el Espíritu Santo fluye en la persona para dar a conocer su propósito (llamado, ministerio y/o dones). Es la fase en la que su fe es probada con el tiempo. Es una fase determinante para que el creyente se multiplique o se estanque. Es el tiempo de edificar sobre la roca.
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PermanecerEs la fase de madurez espiritual del creyente. Su carácter ya fue formado.
Jesús se está perfeccionando en su vida. Se está guardando en santidad para la venida de Jesucristo, trabajando activamente en la obra de Dios. |
Un Oasis de Fe es un refrigerio espiritual en medio del desierto, en el cual durante un día a la semana dedicamos tiempo para alabar y glorificar a Dios, predicar Su Palabra y ministrar de Su Espíritu Santo, con el fin de alimentar constantemente nuestra fe en Jesucristo. |
Sin rendición total no hay Gloria. |
El TDP es un período de consagración a Dios y crecimiento espiritual, en el cual se guiará a los Discípulos de Cristo al propósito y destino profético de sus vidas para estar listos en recibir lo que Dios les quiere confiar. |
Activar a la persona para que fluya en el propósito que Dios ha dado para su vida. |